Mañana se presenta al público el Aula de Cultura Gastronómica Raimundo González. Aquí os dejamos las palabras de Antonio Jesús Gras, uno de sus promotores:
"Algunas tribus urbanas dicen “amor para los nuestros”. Ésta tribu urbana que conforma y conformará el ACG es la que huele las verduras, la que busca la estacionalidad en los alimentos, la que vive el mercado y trabaja con ellos. Por ello ésta tribu urbana grita “gastronom...ía para los nuestros”.
Un aula de formación a la vez que un espacio donde los productos se acercan a sus destinatarios finales. Aprender, enseñar, conocer, reconocer. Valorar. El ACG nace con la finalidad de que la gastronomía sea aún más cercana. De que los mercados recuperen el esplendor que nunca deberían de haber dejado de tener. Porque hay dialogo directo con los profesionales que saben, ya sea de frutas, verduras, setas, pan, carnes, pescados, especias, encurtidos…
El logro de que tengamos otro motivo más, todos los días, para venir al mercado a aprender y a compartir conocimientos. Niños y mayores, trabajadores del sector o quien sencillamente quiere mejorar su alimentación en casa. Quien es aficionado al vino o quien quiere saber más de queso.
Y la hemos bautizado con el nombre de uno de los cocineros, sino el más, que más ha hecho por que Murcia sea reconocida más allá de cualquier frontera. Porque se adelantó a las peticiones más vanguardistas pidiendo respeto y atención para lo cercano. Quien valoró la tierra como nadie. Y quien ha dejado un legado sobre el que los cocineros del futuro tienen la obligación de volver a él, para seguir ampliando nuestra cultura con mayúsculas.
El ACG tiene actividad de martes a sábado, de Marzo a mitad de Julio y de mitad de Septiembre a finales de Diciembre en su primer año de vida. Cada día se acerca a un tema fundamental de la gastronomía. Los martes salud, los miércoles producto, los jueves, el mundo del vinos y los espirituosos, los viernes escuelas, asociaciones y colectivos, y los sábados cocineros y restaurantes. Abiertos a todos, un espacio que puede acoger de igual manera una cata de panes, que una de los más selectos espumosos que se producen en España o en el mundo. Nace con base local pero con ambición mundial. Porque la cocina siempre es de ida y vuelta. Y hoy las fusiones culinarias liberan las fronteras.
La pretensión es poder abrir otras aulas en la ciudad. Darle vida a otros mercados para que sigan atrayendo ciudadanos que quieren conocer las estaciones y la vida convertidos en productos diversos, aromáticos, frutales o sencillamente cromáticos.
El ACG es una realidad gracias a la colaboración ciudadana. A la entrega del pequeño empresario que dona y ha puesto las bases para que comencemos a andar. Con lo que es posible la solidaridad, aún en tiempo de crisis. Porque creemos en la formación como medida para avanzar y hacer mejores a los ciudadanos, los que viven como suya la gastronomía o los que quieren hacer de ella un pasatiempo saludable y delicioso."
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