59h 35' 03" de música y vino en la misma barrica



¿Qué ocurre cuando sometes un vino a la escucha de 59h 35' 03" de buena música? El resultado es un vino sorprendente.

Éste es el tiempo durante el que este vino ha sido sometido a escuchas musicales. No sabemos si será por la elección de las uvas Monastrell, Petit Verdot y Cavernet Sauvignon. O será por la selección musical de Lara López, directora de Radio 3, efectuada a partir de la cata en barrica por parte del enólogo Ignacio de Figeroa, pero el resultado de esta mezcla es un gran vino.

Este vino se carateriza por una estupenda presentación en caja decorada con vinilos y una botella moderna y bastante atractiva visualmente. Es un vino de precio medio, que responde muy bien en boca y que seguro tendrá un futuro exitoso cual estrella del Rock.


Música inspirada en cada uno de los tipos de uva seleccionados para elaborarlo. La Monastrell evoca la espiritualidad, para ella se han elegido temas de Fatoumata Diawara, Enrique Morente o Franco Battiato. El frescor y originalidad de la Petit Verdot se refleja en temas de Parade, Nick Drake o Sigur Ros. Y la potencia de la Cavernet retrotrae a los clásicos en temas como Cheek to cheek, interpretado por Ella Fitzgerald y Louis Armstrong, a canciones de la artísta francesa Dalida o a el más calido "La Habana era una fiesta" con temas cubanos del siglo XX, de Celia Cruz o Conchita piquer.


La presentación de este vino en sociedad se llevó a cabo anoche en el Teatro Circo de Murcia, un marco espectacular para dar a conocer este estupendo proyecto a lo más granado de la gastronomía local y amigos de los creadores. Proyecto ideado por un grupo de amantes de la música y el vino, y puesto en marcha en la Bodega Señorío de Barahonda de Yecla.


Aquí os dejamos la nota de cata de 59h 35' 03":

Atractivo color rojo picota con ribetes amoratados que reflejan su juventud y buen estado de vida. Buenos aromas de intensidad media-alta, donde lo primero que se aprecian son las notas de buena crianza en barrica: tabaco de pipa, cacao en polvo y madera quemada. Enseguida, con el movimiento de copa, salen las primeras frutas: mermelada de mora, en justa maduración (ni una nota de calidez ni sobre-maduración) y recuerdos frescos de eucalipto. Fresco en boca, una buena punta de acidez, donde la fruta esta mucho más presente, ofreciendo notas de pastelería (tarta de fresitas con nata) muy goloso. La barrica vuelve a presentarse en forma madera quemada y moca.
Suave y redondo final, donde los taninos pulidos acompañan el vino sin molestar, dejando un agradable recuerdo.

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